En la tienda de comics, Bart y Milhouse se enteran de que Hollywood rodara una película de “El hombre radioactivo”. A través de una red de nerds (entre los que podemos ver a Prince) Jeff Alberson, o el sujeto de la tienda de comics, se entromete en la reunión de altos ejecutivos del cine mientras enumeran cuales son los atributos deseados para elegir la sede de la filmación: poseer un reactor nuclear y garantizar la cooperación de los funcionarios. En la revista Variety ven un pequeño anuncio que les llama la atención: “Flim Springfield”, un lugar que no necesita grandes anuncios ni saber ortografía. Como ya veremos, este gran ejecutivo subestimo a los políticos de las pequeñas ciudades.
La próxima escena nos lleva a una reunión entre los ejecutivos, el Alcalde y el Jefe de Policía en la oficina de Diamante, quien al enterarse de que disponen de un presupuestos de 30 millones de dolares se ofrece a volar presas, destruir bosques o lo que sea. Y es más, si hay una especie animal causando problemas, se ofrece a hacerla desaparecer.
La noticia se esparce rápidamente y todo el mundo se prepara para sacar tajada del dinero de la industria cinematográfica. Los precios suben como nunca: Un peluquín gigante pasa a valer 1.000 dolares, un tornillo 10 y Snake solicita con un cartel que le des un millón o te rompe la cabeza. Incluso Homero alquila su casa para filmar una parte por 50usd.
La filmación comienza con Rainier Wolfcastle como el Hombre Radioactivo y Milhouse como el Niño Fisión. El Alcalde Diamante y el Jefe Gorgory comienzan a presentarse regularmente a la oficina de los ejecutivos para informarles las novedades fiscales aprobadas por el ayuntamiento. En este caso los anotician de un impuesto a los pantalones bombachos. Ante la objeción de los ejecutivos, que no usan esa prenda, el Alcalde se corrige y les informa que el impuesto recaía sobre quienes no usan pantalones bombachos.
He aquí un antiguo interrogante tributario que desencadena este texto: ¿Hasta qué punto el aumento de impuestos equivale a un aumento en la recaudación? En la década de los 80, actuaba como asesor del consejo de política económica del presidente Reagan Arthur Laffer, quien postulaba que, llegado un punto, el aumento de los impuestos significara una reducción en los ingresos públicos dado que una mayor presión fiscal desalentaría a los productores y, en caso de querer continuar con el negocio, los incentivaría a mantener la mayor parte posible de su economía en negro.
Según Laffer, una menor tributación haría aumentar la recaudación dado que pagar impuestos bajos es un incentivo para producir y un punto a tomar en cuenta por empresas extranjeras a la hora de decidir dónde ubicar su sede. El aumento de la renta producto de la menor tributación se traducirá también en mayor consumo, lo que recalentara la economía. Esta teoría fue puesta en práctica durante la presidencia del propio Reagan, con resultados que exceden la temática aquí propuesta.Hacia el final del episodio Milhouse no soporta la fama y renuncia a la película, colmando la paciencia de los ejecutivos que deciden cancelar la producción ya que de todas maneras solo quedaban 1.000 dolares. No tarda en aparecer el Alcalde Diamante para informarle las novedades cual Boletín Oficial: se ha creado un nuevo impuesto de $1.000 dolares por irse.
La reflexión final encuentra a Micky Roony acusando a unos desolados habitantes de Springfield de quebrar a un grupo de productores ingenuos. La ambición política de recaudar termino por aniquilar las potenciales bases imponibles que hubiera generado la industria del cine en la ciudad de Springfield.

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