Fuck you!
Veni, mira bien esta cara. La conoces? No, no es Abel Pintos. Te vamos a mostrar quien es Bernabé Bonanza. En los papeles, un empleado administrativo mas del interminable sector publico. Pero también es pizero. O eso nos hace creer.
Pero antes de explicar cuales son sus negocios, pongámonos en contexto. Este sociólogo, siempre desde las sombras, se encarga de los negocios familiares en America Latina. Porque en la política todo queda en familia: Bernabé es el cuñado del “hermano” del ministro, ese que es tan cercano a la Jefa.
Ustedes se preguntaran ¿cuales son esos negocios? Podriamos decir que de todo un poco. Por ejemplo, hace unos años, viajo a Colombia para montar un negocio de alquiler de motos de agua. Claro que esta era solo la fachada: detrás de la aventura operaba una red de narcotráfico y prostitución. Las cosas no terminaron bien allí. La incursión de este extranjero en los negocios locales no cayo para nada bien. Tanto asi que la historia concluye con un secuestro mar adentro y una posterior extorción a fin de devolverle documentación valiosa.
La ruta sigue su camino en Venezuela. Los objetivos allí eran claros: generar un contacto con proveedores del mas puro perico y hacerse cargo de un embarque varado en Isla Margarita. Para esto lo acompañaron varios de sus secuaces, quienes no escatimaron en excesos. Pero otra vez las cosas salieron de su control y la situación se torno complicada. La corrupción esta vez no estaba a su favor, por lo que desistió de hacer negocios con el país petrolero luego de no poder evadir las coimas de la policía local.
Durante la presidencia de los globos amarillos, la falta de influencias redujo los horiozontes. Los nuevos negocios encontraron su establecimiento en el norte del país. Alli es donde fue Bernabe, con el objetivo de encontrar un lugar propicio para recibir mercadería desde Bolivia. Según decía el, lo ideal seria una bodega. Alli concreto la operación, siempre regando su estomago con abundando Torrontes. Los festejos de semejante logro lo encontraron paseándose desnudo por los vileñedos luego de interminables orgias.
La cuarentena pareció el momento ideal para traer su negocio al AMBA. Monto una pizeria clandestina donde la harina no es la mayor materia prima. El circo esta bien armado. A su lado se encuentran dos complices fundamentales. El primero, Perro Primo, se encarga de la logística. Trabaje con el desde Venezuela. Gracias a sus contactos se encarga de liberar cualquier camión con mercadería que por equivocación frene algún despistado de la CNRT. El otro, Patricio Sabatricio, es quien maneja los números. Con gran conocimiento del sistema bancarios, articula todos los movimientos para que no levantar sospechas desde los entes de control.
Y esta es la mejor parte. Ustedes se preguntaran donde pueden encontrar esta pizeria. Pues no van a poder. La pizeria es itineramente. Asi como lo escuchan. La pizeria no tienen ni lugar ni horario. A través de redes sociales aparece el aviso de “Hoy hay pizas en Suipacha”. Asi sin mas, avisa que esta cargado y que va a andar por la zona. Incluso lleva el stock en las historias. Cuando aparece el “Quedan 10 Maulas”, la gente sabe que ya no podrá de su producto.
Esto es nada mas un caso mas. Ustedes tendrán sus “Pizerias Itinerantes Maulas” en su zona. Armado de otra manera. Con otro producto. Con otras caras. Pero la escencia es la misma. La clase política de este país se la pasa en fiestas de funcionarios, prostitutas y cocaína cuando al resto del país es obligado a cerrar el comercio que da de comer a sus hijos.
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